La reforma tributaria expulsará del sistema a los autónomos y pymes que facturen para empresas.

Obligará a llevar una contabilidad básica de los ingresos y gastos para perseguir el fraude.

Se conservara solo para los autónomos que facturen únicamente al cliente final como peluqueros, taxistas o quiosqueros.

El cambio se quiere incluir en la reforma Tributaria que se aprobará en el primer trimestre del 2014.